Popular barrio de Caracas, sede de televisora comunitaria
La Bombilla está cerca del cielo, pero algunas noches parece estarlo más del infierno. Peligroso, pero estratégicamente situado, este alto cerro de la populosa barriada de Petare, en el este de Caracas, es sede de la televisión comunitaria que será vista por un millón de personas.
“La televisión venezolana ha estado dominada por la derecha y grupos económicos, e inundada de antivalores. El presentador de noticias es blanco y el ladrón es negro. No es la Venezuela que nosotros conocemos”, explica Charles Méndez, antropólogo, y uno de los fundadores de TV Petare.
Conocido por ser un foco de tráfico de drogas, de violencia y pobreza, Petare, donde viven más de 500 mil personas, esconde “algo más que malas noticias”, según las decenas de vecinos que trabajan desde hace seis años para sacar adelante esta televisión, una de las tres cadenas comunitarias existentes en Caracas.
“TV Petare por una comunicación libre y plural”, se lee en el cartel que da la bienvenida a la precaria sede de la cadena, en un local reconstruido por voluntarios.
Desde finales de abril, la cadena emite una señal de prueba y difunde programación propia los fines de semana. El objetivo es llegar a cinco horas diarias de transmisión en pocas semanas: desde emisiones musicales hasta espacios dedicados a las necesidades del barrio.
“TV Petare nos hace sentir importantes. Vemos que nos pertenece y la gente se involucra”, señala Reina Tovar, que a sus más de 50 años debutará con un programa de asistencia social.
Políticos, pero no politiqueros
Un sencillo estudio, con varios ordenadores de segunda mano y un dispositivo técnico enviado por el gobierno, compone la sede de la cadena. Visto desde el tejado, Petare se extiende como una desordenada masa de ladrillos rojos que avanza amenazante hacia las zonas más acomodadas de Caracas.
Según sus fundadores, la idea de TV Petare comenzó a incubarse tras el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, en abril de 2002, al ver el “vacío de información” y el “cerco mediático que ejercía la televisión comercial”.
“Los periodistas que trabajen aquí deben ser personas comprometidas con su país y con el proceso de cambio. Somos un proyecto político, pero no politiquero. Aquí se podrá criticar a nuestros dirigentes, pero siempre dentro de la ley”, asegura Méndez.
“Como la antena está en lo más alto del cerro, la señal llegará a media Caracas, pero eso nos obliga a usarla bien, porque habrá muchos que quieran aprovecharse de la cadena”, advierte Tovar.
Los fundadores de la televisión, que no cobran ningún salario, han recibido cursos y donaciones de instituciones públicas y realizan talleres para formar futuros periodistas.
Tomado de: www.jornada.unam.mx
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