COLOMBIA Y SU DEMOCRACIA IMPERIAL
Por: red de noticias alternativas
Definitivamente la insensibilidad, crueldad y bestialidad del mesiánico y falaz dictadorzuelo Uribe Vélez no conoce limites ni escrúpulos, el cinismo que caracteriza este siniestro personaje a quedado evidenciado una vez mas, con el manejo irresponsable y oportunista de torpedear el acuerdo humanitario, y que pone de presente nuevamente los alcances vulgares de este sinvergüenza amoral que se hace llamar presidente de Colombia.
Mas allá de patético novelón mediático montado por Uribe, en Colombia, hoy mas de dieciocho millones (18’000.000) de niños y jóvenes colombianos mueren y son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, obligados a un vida de miseria, llena de hambre, desnutrición y privaciones de todo tipo. Abatidos por la absurda guerra y el hambre física, miles de niños y niñas, son explotados laboralmente, empujados a la prostitución, a la mendicidad, a la drogadicción, al hurto, a deambular por las calles de las grandes capitales bajo la mirada indolente de un Estado y una clase poderosa minoritaria que ostenta y derrocha las riquezas infinitas del país mientras los niños mueren de hambre en las calles sin ningún tipo de protección y ayuda.
Pese a las manipuladas y maquilladas cifras y estadísticas del estatal y mentiroso DANE (Departamento Nacional de Embustes) y a riesgo que se diga que los organismos internacionales son adiestrados y mal informados por los terroristas en Colombia, veamos algunas situaciones del país que quiere y ama Uribe y su Estado Criminal.
Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en su último informe de 2006 arroja crudas cifras que no mienten:
En Colombia, el 49,2% de la población vive bajo la línea de pobreza y el 14,7% en condiciones de pobreza extrema. La pobreza rural asciende al 68,2%. La pobreza afecta desproporcionadamen te a las mujeres, a la población infantil, a los grupos étnicos y a los desplazados. La magnitud de la pobreza e indigencia entre niños y adolescentes colombianos es del 45% (pobres) y 17%(indigentes) . Si sumamos, tenemos un resultado escalofriante el 62% de los pequeños Colombianos no tienen acceso a ninguna esperanza de vida plena y se debaten entre la desnutrición, la insalubridad y la ignorancia.
De acuerdo con información de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ), el hambre en Colombia crece a un ritmo que supera la velocidad con que lo hace en otros países en vías de desarrollo. Incluso, por encima de África Subsahariana. Superado por el Congo y Sudán, cientos de los hogares desplazados sufren hambre aguda.
En algunas regiones de Colombia, como Chocó o la Guajira , existe hambre y los niños de densas poblaciones de raza negra o indígena, mueren de inanición, como en África, y de abandono estatal. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Colombia es el país número once con mayor desigualdad en el mundo.
El director de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la infancia) para Colombia Manuel Manrique Castro, afirma que según las cifras oficiales en Colombia hay casi 17 millones menores de 18 años de edad. En el país 900 mujeres mueren cada año por razones del parto. Veinte mil niños, menores de un año de edad, mueren cada año en Colombia por causas prevenibles, es decir, por enfermedades diarreicas, respiratorias o por desnutrición.
Las cifras más recientes de carácter oficial, correspondientes al año 2006, indican que 12 de cada 100 niños y niñas menores de 5 años sufren de desnutrición crónica; El 44.7 % de las mujeres gestantes son anémicas o el 11 % darán a luz bebés con bajo peso, el 53 % de los menores de 6 meses de edad no reciben lactancia materna exclusiva, el 36 % de la población tiene una deficiente ingesta de proteínas, El 41 % del total de hogares colombianos manifiesta algún grado de inseguridad alimentaría.
Entre 2002 y 2005 hubo 5,674 menores de edad asesinados y las tasas de suicidio siguen incrementándose entre los niños, niñas y adolescentes, especialmente entre los indígenas. En el 2005, 1,786 personas cometieron suicidio, 191 de ellas eran menores de edad.
Se estima que 50.000 mujeres, niñas y niños colombianos han sido víctimas del Tráfico de personas hacia el exterior. En Colombia la prostitución infantil ha crecido tres veces en los últimos tres años, existiendo aproximadamente 35 mil niños y niñas están vinculadas a la explotación sexual. Según el mismo estudio, la edad en que se induce a la actividad se ha reducido incluso por debajo de los 10 años.
La prostitución infantil en Santa Marta, uno de los más importantes balnearios del Caribe colombiano, ha registrado un alarmante crecimiento del cien por ciento en el último año, advirtió La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas (ONU), precisó que un estudio realizado muestra que la prostitución infantil en ese balneario es ejercida mayormente por niñas de entre 8 y 12 años.
La afluencia de visitantes extranjeros de altos ingresos y la actividad portuaria, en particular la de multinacionales que exportan carbón (DRUMMONT), son mencionados como algunos de los factores que han propiciado el crecimiento del turismo sexual en Santa Marta. Las autoridades establecieron que las menores prostitutas cobran de 1.000 a 2.000 pesos por cada relación sexual.
Según una denuncia publicada por el diario El Tiempo (06/10/07, Pág. 1-6), MICHEL J. COEN, sargento segundo del EJÉRCITO DE ESTADO UNIDOS y su hombre de confianza CÉSAR RUIZ, ingresaron el pasado 25 de agosto a la base de Tolemaida en Melgar (Tolima) con una niña de 12 años de edad. Un informe confidencial asegura que en el apartamento de Ruiz, Coen obligó a la menor de edad a tener relaciones sexuales. "No hay duda de que hubo acceso carnal", aseguró la sicóloga que valoró a la niña.
Más de la mitad de la población que ha sido desplazada en Colombia durante los últimos seis años son niñas y niños (1'100.000). Aproximadamente millón y medio de niñas y niños, de 7 a 17 años, trabajan en Colombia. De ellos, el 90% lo hacen en el sector informal de la economía y más del 25% se encuentran en riesgo y peligro.
Asimismo la UNICEF (2006) sostuvo que en Colombia trabajan más de 2.500.000 niños y niñas. De este total 1.700.000 son adolescentes entre 12 y 17 años y 800.000 son niños y niñas de entre 6 y 11 años. El 80% trabaja en el sector informal. 323.000 niños y niñas se encuentran trabajando en el servicio doméstico en hogares de terceros. La calle, los talleres, las plazas, los almacenes, los depósitos, los cultivos y las plantas de producción son los principales lugares en los que trabajan los niños de Colombia.
El mismo estudio arrojo, que en la zona rural se encontró que el 87% de los niños y el 50% de las niñas de 10 a 11 años son trabajadores agropecuarios, que laboran diariamente entre 12 y 15 horas, en promedio.
Entre el 20% y el 25% de los niños trabajadores desempeña ocupaciones de alto riesgo. Este porcentaje sube a 70% en el sector agropecuario.
EL NARCO ESTADO PARAMILITAR EDUCANDO AL FUTURO DE COLOMBIA.
El narco paramilitarismo como política central del Estado colombiano, no ha sido desmontado como mentirosamente se ufana el paraco mayor Álvaro Uribe, por el contrario hoy esta mas vivo y asesino que nunca, las hordas antropófagas han vinculado a sus filas de descuartizadores de seres humanos a niñas y niños de las zonas marginadas y rurales de todo el país, obligándonos de manera abominable a la practica de aberraciones y vejaciones en lo que han dado en denominar sus “PRUEBAS DE FUEGO”, los siguientes testimonios recogidos por Human Rights Watch, en su informe “APRENDERÁS A NO LLORAR” publicado 26-06-2007 nos dan cuenta de las aborrecibles prácticas a que son sometidos los niños en Colombia, por cuenta de un Estado criminal despiadado que no conoce limites en su afán de mantenerse en el poder la precio que sea.
Leonel, un menor de edad miembro de un grupo paramilitar, relató lo siguiente:
“Yo tuve que matar gente cuando estaba en los urbanos, maté a un pelado guerrillero de catorce años y a una vieja de treinta. Los paras los habían investigado y sabían en qué andaban. Cuando te mandan a matar a alguien te dan la foto, sus datos personales y su dirección. Nos dieron un fólder con toda la inteligencia necesaria. La primera vez fue en octubre de 2001. Ocho de nosotros (cinco adultos, otros dos de dieciséis y diecisiete años y yo) fuimos a la casa del man. Lo cogimos y lo amarramos. Su familia estaba llorando. Le pusimos una pistola en la cabeza para hacerlo hablar. Y cantó: nos contó de la mujer, dijo que ella era una informante de la guerrilla, que les daba información. Después que habló lo matamos. No podíamos dejarlo ir porque ya nos conocía. Yo mismo le disparé.”
Adolfo, de 17 años, describió los detalles de las torturas que hacían: ¿Cómo los torturan? Le saca uno las uñas, le echa ácido muriático en la cara, por el cuerpo, le quema a uno feo. Los quema uno con candela. Llamas, por decir yo pongo una fogata y pongo a calentar una varilla y está bien caliente y se la pongo en el pecho y se la apago en el pecho, así de sencillo.
Porque la primera prueba que le ponen a uno es matar a un guerrillero que traen. “Tráiganme X para que se vaya adaptando”, y lo traen a uno, y “mate a ese man”, y si uno no lo mata lo matan a uno. Allá traían a los guerrilleros, en el Caquetá donde los cogían, entonces lo llevaban allá a la base, y se los dejaban a uno ahí las personas capturadas, los amarraba uno así las manos y de los pies, entonces unos manes los amarraban de atrás y venía un man que traía la motosierra y lo cogía así, prrrrr, prrrrr y lo mochaba por pedazos, y uno ahí. Es parte del entrenamiento.
Esta es tan solo una pequeña muestra de los sufrimientos y desgracias a que son sometidos los millones de niños y niñas en Colombia, no quepa duda que el Estado narco-paramilitar burgués que representa Uribe y su corte de asesinos mafiosos son el HERODES de los niños colombianos.
Por otra parte, el Gobierno Colombiano núnca ha estado interezado en conseguir la liberación de los presos de ambas partes. Y no lo ha estado, sencillamente porque el Gobierno Norteamericano le ha fijado una agenda militarista y guerrerista al Gobierno colombiano y sobre ella está condicionado el desembolso de miles de millones de dólares para mantener El Ejercito Colombiano, desembolso llamado Plan Colombia II, que ahora mismo se encuentra en trámite en El Congreso Norteamericano.
Es el negocio de la Guerra. Millones de dólares para repartirse entre los altos mandos militares y la oligarquía colombiana santanderista. Esta jauría de perros capitalistas, no va a poner ahora en peligro la danza de millones de dolares que están por recibir a cambio de un acuerdo humanitario, por más que ello signifique la puesta en libertad de unos seres humanos que están sufriendo en la selva y en las mazmorras de Uribe.
¿Cuándo han mostrado el más mínimo respeto por la vida de los colombianos?
¿Acáso no llevan más de 50 anos dando plomo?
¿Alguién nos podría decir, cuántos colombianos y colombianas han caído asesinados, masacrados por las balas de esa oligarquía santaderista durante estas cinco décadas?
Un Acuerdo Humanitario echaría por tierra no sólo los planes expansionistas del Imperio Norteamericano en América Latina y El Caribe, sino que se les acabaría una de las fuentes de enriquecimiento más seguras y prometedoras, porque saben muy bien, que un Acuerdo humanitario nos llevaría necesariamente a unas negociaciones de Paz.
Sucede igual, como en el conflicto Israel-Palestino, donde los sionistas israelíes se oponen a cualquier acuerdo, a cualquier posibilidad de creación del Estado Palestino, porque se les acabaría el negocio de la guerra y los planes expansionistas y anexionistas de los EE.UU-Israel en el Medio Oriente.
La Paz es el bien más preciado que todos los colombianos y colombianas soñamos tener hace más de 50 años. Pero la Paz , no es rentable para el Ejercito Nacional y mucho menos para un sector de la Oligarquía Parasita que vive y se alimenta de La Guerra hace mucho tiempo.
La Paz no es rentable para ciertos sectores de la economía, que han encontrado en La Guerra , un medio eficaz para impulsar grandes empresas internacionales, como la multinacional del Mercenarismo legal, Blackwater; o Halliburton, especialista en la construcción de cárceles de alta seguridad, para meter en ellas a todos "los terroristas" ; o el Consorcio internacional Opaín que se está apropiado de los aeropuertos del país; o la bananera Chiquita, filial de la multinacional Banadex; o las Empresas de Palma Africana que se han apoderado de extensas zonas del territorio, especialmente en el Norte; o las empresas especialistas en comprar o fabricar piezas y equipos para la guerra como Blindados de Colombia, Rinotek, Armor U.T. o el Fondo Rotatorio de la Policía y del Ejercito, etc., etc,. Sé necesita ser más claro?
La Paz no es negocio para las clases dominantes de la Oligarquía , porque sólo a través de La Guerra pueden justificar y nos pueden imponer, el Tratado Bilateral de Comercio con EE.UU (TLC), tratado que aumentará la concentración del capítal en pocas manos, y que llevará a la ruina a la mediana y pequeña industria nacional, que quebrará a las pequeñas empresas y desbastará como un ciclón al agricultor colombiano porque recibirá el impacto directo de la agricultura subsidiada norteamericana.
La Paz no es negocio para los propietarios nacionales de los medios de comunicación (Prensa-Radio- TV) y menos para los grandes pulpos mediáticos como la CNN , el grupo Prisa o Planeta que están ligados por intereses muy fuertes con el estamento oligárquico-militar y con el Imperio Norteamericano.
La Paz no es negocio para algunos medios de información en Colombia y en el exterior que ya comienzan a hacer sonar los tambores de guerra y justifican una intervención armada contra nuestra hermana República Bolivariana de Venezuela. Una entrada del Ejercito Norteamericano en Venezuela significaría para ellos, jugosos contratos de públicidad con el Pentágono y El Ejercito USA, sin contar con la compra a precios irrisorios de las comunicaciones y medios de información del vecino país. Como lo hicieron en Afganistán y en Irak. Son los mismos también, que con su silencio cómplice apoyan los Paramilitares en Colombia.
¿Aquí sería bueno detenernos, para preguntar y denunciar, porqué este "Cuarto Poder" en Colombia no ha sido investigado por La Fiscalía General de la Nación , en relación a sus nexos con los Paramilitares, y con los Parapoliticos detenidos y investigados, unos por La Corte Suprema de Justicia y otros por la Fiscalía ?.
¿Cuántos y cuales medios de información en Colombia recibieron y reciben dinero de los Paramilitares para las campanas electorales de los parapoliticos aludidos?
¿Cuáles periódicos, emisoras y canales de TV son en realidad propiedad de los paramilitares y de esos parapoliticos enjuiciados?
¿En cuáles sociedades del periodísmo, la radio y la TV figuran familiares y testaferros de los paramilitares, así como de los parapoliticos encarcelados?
¿En cuáles medios pautaron y publicaron a pagina entera los Programas y Principios Programáticos para su "Nueva Colombia", paramilitar y mafiosa, acordado con los Paramilitares en Santa Fé de Ralito? ¿Cuáles periódicos, emisoras y canales de TV fueron y son permisivos, callan y asumen una actitud cómplice y silenciosa con los paramilitares y con los parapoliticos, a sabiendas de los genocidios y los horrendos asesinatos que esta lacra humana esta cometiendo en Colombia?
Cómo se llaman los Periodistas de la Gran Prensa Colombiana que hicieron y hacen Apología del delito y que atrincherados detrás de un periódico, un micrófono o desde la pantalla de TV disparan palabras llenas de odio y amenazas contra todo lo que les huela a oposición o anti-uribismo, de señalamiento o macartismo?
La Corte Suprema de Justicia o en su defecto, La Fiscalía general de La Nación le debe una explicación perentoria a todos los colombianos y colombianas en esta materia, porque la verdad hace parte de la memoria, necesaria e insustituible, para poder sanar las heridas psicológicas y traumáticas producidas por el Paramilitarismo; para conseguir la reparación y justicia plenas de las familias afectadas.
"La verdad no se puede fragmentar". Todos los autores intelectuales, beneficiarios, testaferros, instigadores, inductores, cómplices por acción o por omisión son tan culpables como los Jefes Paramilitares por uno de los genocidios más espantosos y horripilantes que se haya cometido en país alguno, sólo comparable con los genocidios de Ruanda y Burundi en África.
El mayor obstáculo a la Paz entre todos los colombianos y colombianas es el negocio de la guerra. Y está vil y asquerosa actividad, que está en la esencia misma del Imperialismo Norteamericano y en la sangre de una oligarquía colombiana de origen santanderista, es la verdadera razón para que hasta ahora no se haya podido conseguir el Acuerdo Humanitario. Los intereses interdependientes de los unos y de los otros conspiran contra la vida de los presos de un lado y del otro.
Para finalizar queremos dirigirnos al Presidente Álvaro Uribe V. Queremos decirle, que es un Presidente Espurio y por lo tanto ilegítimo, porque su elección fue producto de una de las mayores mentiras que se ha producido en Colombia. Sus votos estuvieron manchados con la sangre de miles de colombianos, y las dos elecciones donde salió elegido Presidente de Colombia, las obtuvo con votos fraudulentos, producto de masacres, genocidios y de la presión paramilitar; del terrorismo de estado en casi todo el territorio de Colombia.
Ambas elecciones estuvieron secuestradas por el Paramilitarismo que Usted hoy está legalizando. Pero como sí ello no fuera poco, Usted está impedido ética y moralmente para estar al frente de los destinos de Colombia. Su pasado como su presente, esta teñido de sombras oscuras y existen muchas dudas y preguntas sin resolver.
Nos queda sólo un interrogante, Presidente: ¿Terminará Ud., su segundo período presidencial?
Por esto y mucho más es que los colombianos de bien, no le haremos el juego a su gobierno mafioso y terrorista, que además cuenta con el apoyo de los paramilitares y la embajada del gobierno imperialista de los EE.UU.
En su fanfarronada existencialista, Uribe y sus halcones, suponen equivocadamente que al asesinar a Raúl Reyes, se han ubicado en un punto favorable para derrotar a las FARC. Nunca más lejos de esa presunción, ya que una organización guerrillera que ha resistido durante casi medio siglo no basa su poderío en un solo hombre o en un pequeño núcleo de dirigentes. Es parte de una propuesta integral que persigue una causa justa -en este caso la toma del poder y la construcción de una Nueva Colombia- y su camino hacia la victoria está, por lógica, horadado por golpes trágicos y dolorosos como el actual.
Colombia necesita en estos momentos más que nunca, de la solidaridad internacional con su lucha contra el fascismo uribista y el andamiaje militar pro imperialista construido a lo largo de los últimos años. De allí, que el próximo día 6 de marzo, es necesario ganar las calles en todos los países del planeta, para frenar el avance del paramilitarismo, marcar a fuego a la estructura belicista del gobierno colombiano y por último, en cada uno de nuestros corazones rebeldes, homenajear a los que luchan pacíficamente o con las armas en la mano -como el comandante Raúl Reyes, Julián Conrado y el resto de los combatientes caídos en combate al sur del Putumayo- por la liberación nacional y social de Colombia y Latinoamérica toda. Parafraseando al inolvidable trovador venezolano Alí Primera, decimos: "Los que mueren por la Patria no pueden llamarse muertos...".
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